Los vientos del cambio tecnológico soplan en la espalda de los humanos, impulsándolos hacia el futuro a gran velocidad, aunque no siempre está claro hacia dónde se va. Desarrollos modernos, producto muchas veces de años de investigación, son constantes en la ciencia y la medicina. No obstante, su aplicación no se completa en todos los caso, generando una brecha entre problema y solución. Es ideal que las nuevas tecnologías en salud apunten a un acercamiento entre el profesional médico y el paciente y, además, garanticen que su objetivo se cumpla. Eso sí, en compañía de un humano que le dé sentido a su labor. Esa fue una de las principales conclusiones del foro Medicina y Tecnología, la llave de la supervivencia, organizado por EL COLOMBIANO, y apoyado por la Secretaría de Salud de Medellín y la Universidad EIA. Alistarse para el cambio La idea de que la tecnología puede ser más problemática de lo que vale, o que puede tener consecuencias catastróficas en el futuro, no
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